Lo más curioso del discurso del 21 de mayo no es el exceso de demagogia de nuestro líder político, ni tampoco su falta de elocuencia, esa que le hace decir cosas como "cáncer de mamos" o "alberdegados", si no que la Concertación se vea obligada a aplaudir ciertas propuestas hoy oficialistas que la derecha en su momento frenó en el Congreso.
Ejemplo de esto es la fantástica "nueva idea" del 7%...
No deja de sorprenderme el hecho de que medidas sociales ideadas por los gobiernos de "izquierda" sólo se concreticen y pasen a la historia bajo el Gobierno de Piñera, cuando fueron ellos mismos los que jugando el rol de oposición, las frenaron.
Me confunde de qué lado juegan los políticos de este país.
Por un lado, los gobiernos de tendencia socialista iniciaron una fuerte ola de privatizaciones, como la de las empresas sanitarias que inició Frei, y que hoy, bajo el prisma del gobierno de un empresario, parece continuar su camino lógico con la excusa de ser la base que sustentará la reconstrucción. Por otro, tenemos a nuestro presidente alentando a las masas con propuestas que de ser ciertas y factibles, posicionarían a nuestro país a la altura de "Checoslovakia"....
No sé qué es más falso: si gobiernos socialistas que impulsan el libremercado o gobiernos de empresarios que impulsan reformas sociales.
Lo único que resulta evidente, es que todos tienen entre ceja y ceja un propósito distinto al que políticamente dicen tener.
Tal vez esté relacionado con el hecho de que las promesas de Estado se reciten conmemorando el día en que Arturo Prat advirtió que la contienda era desigual.
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