Santos Urbanos

Mi infancia santiaguina está plagada de un diverso tránsitar entre santos.
Y es que en Santiago existe toda una religiosidad camuflada entre los letreros que denominan las calles y el sentido de las vías urbanas:

Santiago, San Tiago o San Yago, fue la ciudad que me vió nacer. Específicamente en una clínica que estaba en la Calle San Francisco y que se derrumbó 2 años después de que nací.
Vivía en la calle Carmen, como la virgen, entre Santa Victoria y Santa Isabel.
Iba al colegio “Santa María” que estaba en Santa Rosa.
Comprábamos el pan de cada día en la panadería San Pancracio y les dábamos las miguitas a las palomas en la plaza de San Isidro...
Cuando me portaba bien, me llevaban a los juegos Diana que estan en San Diego con Santa Isabel, al lado de la iglesia de “Los Santos Sacaramentinos”, y si no, a los juegos "de Lira", donde etimológicamente había una conexión entre el juego y el delirio, asi que igual podía ver Santos por ahi.
Y como si fueran pocos los santos, para llegar a mi casa debíamos bajarnos en la estación Santa Lucía del metro...
En mi barrio de niña habían muchos santos, mucha religión camuflada entre las calles que recorríamos.
Y es curioso saber que “kjesed”, desde cierta perspectiva, significa “Tránsito”.
Mi nombre es el nombre de una figura mística que representa el vínculo entre la tierra y el cielo, el nexo entre lo terrenal y lo divino, el tránsito entre la vida y la muerte... Kjesed está ineludiblemente vinculada al TRÁNSITO.
Y yo no quería lamarme Tránsito porque se me imagina al tiro una señora muy religiosa con el rosario a cuestas, horrorosos postres y un pelo en la cara, pero al preguntarme ¿cuál es el sentido del tránsito? algo se removió en mi cabeza.

esa señora no tienen nada que ver con El tránsito, con ese transitar de las vías urbanas, con ese sentido direccional de las calles, con ir a favor o en contra del tránsito... así que ahora mi nombre tiene sentido. Sólo espero que entre tanto santo, tanto tránsito, tanto paseito urbano, no me crezcan pelos en la cara ...

tipical chilean lenguage

En Chile hablamos una versión del español bastante particular...
Tenemos un cantito medio ahuasado que los santiaguinos no alcanzamos a reconocer sólo hasta cuando vamos a regiones, donde el cantito se hace muy evidente.
Mi trabajo en Concepción y mis amigos penquistas me han hecho elaborar la teoría del viento, puesto que en el sur la gente se arruga mucho a causa de él y entre sus ojos achinaditos y su sonrrisa constante, te suben el tono (más agudo) y te hablan bajito como pa que las palabras no se las lleve el viento... Entonces cantan. Es maravilloso. En el norte pasa un poco lo mismo pero con el sol y en vez de subir el tono, lo bajan.
En Santiago en cambio, no hay ni tanto viento ni tanto sol. Hay más gente y más ruido. Entonces los santiaguinos hemos elaborado un lenguaje particular que utiliza los archiconocidos modismos comodines (esos que usamos para decirlo todo y no decir nada) como la "weá", el "weon" y sus derivados, el "cachay", el "po" o la "chucha" entre otros...los que sirven para elaborar conversaciones enteras apoyadas en los gestos o en los referentes comunes de los interlocutores.
Hablar de la wea y de la wea de la wea, tiene sentido si sabemos que chucha es la weá, si el weon te entiende, es porque cacha de que wea estay hablando y no tienen necesidad de ser más específicos con el lenguaje porque la weá es simple y se entiende por sí sola, así que las bocinas y ruido ambiente de la capital nos han hecho hablar puras wea con los weones...
Ese particular lenguaje, que aunque a mí me gusta porque nos vuelve necesariamente más expresivos en lo no verbal, tiene sus detractores, aquellos golozos de las palabras.
Nostálgicos del lenguaje... insensibles de la variopinta diversidad de cantos, comodines y acentos que el chileno medio ha desarrollado para comunicarse!
En Santiago, además de los comodines, existen varias maneras de decir las weás, varios modos o ACENTOS.
Resulta evidente puesto que si le decimos "weon" al amigo, "weon" al aweonao del auto del lado que no sabe manejar, "weon tela" al que nos cae la raja, "weon conchetumare" al que le queremos pegar y así vamos weoniando a toda la gente, la única manera posible de diferenciar la actitud o cariño del vocablo "weon" y sus derivados, es por su acento o su canto.

El canto es la intensión, la calidez, la inflexión, la velocidad, el ritmo... y el acento es la consonante que destaco.
Porque en Chile somos wenos pa destacar las consonantes.
En SHILE, podemos hablar cargandonos a la CH, a la S brillante, a la LL, a la R que suena erchre o simplemente eliminamos las D y las B, Vs...

Ayer por ejemplo.
Estaba en un barrio desconocido turistiando y se me antojaron unos "Twistos", que son unos pancitos duros con sabor.... como era un barrio desconocido y andaba de turista pensé que lo mejor sería ocupar mi acento de huasa santiaguina para pasar piola, ese cantito que pregunta dejando la interrogante con un tono agudo al final: ¿qué valen los tuih'toh's?, pregunté...
Y la señora del kiosko me miró raro y me dijo: "que cosa? ah, loz tzuizztozzz!!!", y es que claro, en Santiago cada cual habla el idioma que se le antoje...

Si le hubiera preguntado que cuestan esas weas, me hubiera entendido al tiro....

La cosa es que en Santiago solucionamos todos con el comodía WEON y sus derivados.
Cada cual se inventa un cantito y acentúa la consonante que le guste...Los viejos paltones sobre articulan con la papa en la boca, los flaites no la abren y juegan a dar vueltas las palabras (como "broca cochi" en vez de "cabro chico"), y así suma y sigue...
Acentos flaites, cuicos, intelectuales, ejecutivos, cumas, huasos, etc... todo un mundo de lenguajes amparados en el canto, el comodín o el acento.

Cacharon los weones como es la weá en Shile?

tipical chilean chino

Hoy es uno de esos dias donde decido premiarme por simpática y me invito a almorzar comida china.
El arroz chino es de las cosas que sin problemas podría comer hasta transformarme en china, por lo que siempre es una buena manera de premiarme, sobretodo, porque en Santiago los restaurantes de comida china abundan...
En Santiago sucede algo muy particular con ellos puesto que en Santiago, y digo SÓLO en Santiago podría suceder que en una misma esquina cohabiten 5 restaurantes de comida china. En el cerro, el más cercano a mi casa queda a unos 18 km...
La cosa es que entre tanto premio y reuniones-almuerzo de comida china, he probado los 5 restaurantes de esa esquina y he escogido uno como el "the tipical".
Las razones fueron simples: sus mozos no eran peruanos.
¿Que se creen los chinos?
que uno es tonta???
que uno no nota las diferencias entre los mozos chinos de China con los mozos chinos del Perú?
bueno, quizás me demore en descubrirlas, porque en un principio un mozo peruano es casi igual a un real mozo chino, pero cuando me preguntan "puedo ofrecerle la carta?" o me agradecen 8 veces entre sus "vuelva pronto" y "hasta luegos" sobrearticulados, no hay por donde creer que son chinos de China.
La cosa es que en el único restaurante del barrio donde no habían chinos, ahora hay, pero de otra especie.
Esta clase de "chinos" o dobles de "chinos" tienen tomada las calles aledañas a la Plaza de Armas, confundiéndose descaradamente con los verdaderos chinos que hacen lo propio entre las tiendas y restaurantes.
En una calle cualquiera usted prodrá observar con facilidad un restaurante chino, un café con piernas, otro restaurant chino, una carnicería y una tienda de telas, todos a cargo de algún personaje de rasgos mongoles que dificulta descrubrir si son chinos de verdad o alguno de sus dobles.
Entre chinos, peruanos, mapuches, las tipical chilean chinas, las "chinas" (tambien llamadas "peucas"), los "chinitos" de cariño, el "chino navarrete" y tanto weon chino que hay en Chile, podemos observar una gran diversidad de chinos en el centro de nuestra capital, insertos en avenidas, sus negocios y hasta en su colación mongoliana con ají para llevar...

la niña que encendía la noche.

"Madrid es rojo", me dijo mi amiga recién llegada de las uropas.
"En Madrid todos los techos son de tejas rojas, así que Madrid es rojo. Santiago es gris", concluyó.
Yo me ofendí tontamente.
Como va a ser gris Santiago, porqué la gente dice eso????
Y subí a la azotea y miré el día.
Se ponía el sol y estaba nublado.
Un tipico día de Santiago. Con nubes, una brisa suave y una tenue luz entre puesta de sol y salida de la luna....
Y claro, era todo gris: las calles son grises, el suelo es gris, el cielo es gris, el aire es gris y por sobretodo, esa arrogante montaña que enmarca el valle, tambén es gris.

Y comenzó a ponerse el sol.
Y el Santiago gris ideal para fotografías en blanco y negro, comenzó a teñirse de colores.

Santiago era gris durante el día. Exclusivamente de día pues al ponerse el sol, Santiago se vuelve de colores.
Sucede lo siguiente: Chile es tan flaco que el sol (que sale por la cordillera) no nos ilumina por completo porque la montaña nos hace sombra. Entonces de día Santiago es gris, porque tiene esta gigantezca sombra de montaña. En cambio de noche, el sol está al otro lado, hacia el mar y no hay nada que nos haga sombra... La oscuridad nos obliga a encender las luces y estás develan los reales colores de esta ciudad.... los colores para las postales de turistas, los colores de la última gran ciudad de Latinoamérica.

Veálo usted mismo.


Y ahora salga a caminar.