Cambio de casa.... de lo humano a lo divino




Me cambio de casa
Más lejos...
Literalmente a la "punta del cerro", onda Camino al Volcan 10718....

CAMINO AL VOLCAN
10.718!!!!!

Es un lugar bello, en medio de la cordillera, plantas, naturaleza, bello cielo plagado de estrellas. La Casa es la raja, de piedra con madera, como un loft de montaña... En invierno cae nieve y de mi ventana ves un cerro que nace a 10 mts de mi portón, por donde aparece una luna gigante y de la otra, de la de lado oeste, ves el Volcán al que alude mi dirección....

Por suerte estamos en camino pavimentado, mis vecinos venden mermeladas caseras y no hay negocios cerca más que el de un hippie que vende antiguedades...

Adios supermercados, ferias, venderores ambulantes...

El aire es distinto, definitivamente más puro, hace frio en las tardes, y el tiempo pasa más lento...
Todo acontese de una manera distinta, todo lo que crece lo hace a su ritmo y sin intervencion alguna que lo apure, lo precipite o lo imponga. Y aunque sólo está a hora y media de Santiago, no existe ni un sólo edificio, ni calles ruidosas repletas de gente apurada, ni bocinazos, ni mucho pavimento, ni feos monumentos como el celular gigante o una virgen pálida en la punta del cerro....

Me cambio
Y con ello cambio las luces de la ciudad por las estrelllas...
un bosque de edificios por un bosque de verdad....
no hay metro, ni el transantiago llegará....

Me siento en presencia de lo divino...
Y sin embargo,

A mí me gusta lo humano...

Abro mi ventana y ver este paisaje me conmueve... por tan sólo...2 minutos.
Extraño abrir mi ventana y ver otra ventana, donde los humanos hacen su vida y yo los espío a escondidas con la luz apagada....
Cierro los ojos y escucho grillos, el zancudo draculón que en la noche me picará dejandome llena de ronchas, pajaritos... y yo extraño escuchar el silencio nocturno de una cuidad donde de pronto aparece un auto rápidamente, el sonido de una luz de letrero que se enciende y se apaga constantemente, una radio fuerte, gente caminando y riendo....

Aún no me voy y ya extraño Santiago...
El caos, su caos, el caos del cual soy parte.
Santiago tiene vida y tiene rincones increibles... está lleno de detalles que develan su corta edad, la precipitación con la que se asienta en el valle, su precipitada precipitada precipitada formación....
Me encanta esa bipolaridad de ser una ciudad y un pueblo a la vez, de que esté limpia y de la sensación de que está sucia, de parecer peligrosa y ser apacible, de ser oscura y ser tan luminosa...

Demás que es porque me voy que me pongo nostálgica y me pongo aun más obsesiva con Santiago, la encuentro a cada instante más bella, más me seducen sus detalles y más me encanto con quienes quieren hacer de Santiago, algo más hermoso... como aquel que pensó que esos caballos de Apoquindo eran una buena idea para embellcer Santiago con "obras de arte", pero sólo logró hacer aún más disonante esta cuidad otorgandole un barroquismo de mal gusto precioso... es más bella la intención que el hecho mismo...
A veces pienso que Santiago es asi porque siempre se queda en intensiones. Porque el tiempo, su ritmo su vida la atormentan y la hacen precipitada, porque se convierte entonces en una cuidad atarantada....
Y quizás por eso encajo tan bien....
Es bakan que sea atarantada y crezca tanto... con tanta gente distinta, con tantos rostros, tantas expresiones, tantos roles.
A mí me extirpan y ya no los veré.


Con el nombre de Santiago de la Nueva Extremadura se fundó el 12 de febrero de 1541 lo que hoy llamanos SANTIAGO....la capital. En 1810 tenía apenas 37 .000 habitantes, en 1940 superó el millón y 2002 Santiago lo comienza con cinco millones ocupando la no despreciable área de 600 km 2 . Bañada por un río que en su tiempo fué rabioso, la cuidad lo domó y lo pintó café, y cambió la tierra fertil por un pavimento que se rompe y del cual nacen cada día, cual árbustos de maleza, altos edificio que cambian cada día el rostro de la urbe, cuyo telón de fondo sigue siendo el macizo andino. A ese maciso, a ese telón de fondo, me voy.