Humanomente Hablando....

Sentada en esos asientos solitarios que tiene el metro en sus vagones, fue imposible disimular mi cara cuando en los asientos vecinos se sentó junto a su padre "el hombre con la mano gigante".

Además de tener un ojo blanco, el hombre con la mano gigante es uno de esos personajes ilustres de las calles santiaguinas dotado de una gran.... fama, al que todos hemos visto alguna vez (o evitado ver) y al que reconocemos con facilidad pues efectivamente tiene una gigantezca manota que instala violentamente en tu cara para pedirte una moneda cuando menos te lo esperas.
La reacción es inmediata: da COSA.... Y la moneda aparece lo más rápido posible para que esa mano gigante desaparezca y la anécdota del encuentro sea lo más breve posible...
No sé bien definir el estado de "dar cosa" , pero no encuentro otro mejor nombre para lo que provoca "el hombre con la mano gigante". Sin embargo, sentado a mi lado trataba de pasar inadvertido....
Un viaje en metro sería evidentemente más largo que una anécdota limosnera y como mi incapacidad de disimular es tan grande como su mano, opté por abrir mi bocota, vencer mi cosa y cumplir el secreto deseo de los pasajeros del frente:
Y que le pasó en la mano a usted, oiga!!!!!!!!!!, pregunté.
Chisssssssssss, me salió la manza conversa, de Tobalaba a Los Orientales...
A este hombre uno le da la mano y se agarra el codo!!!!!!!
jajajajaja!
Muerto de risa por las estupideces que le decía, el hombre de la mano gigante me contaba que tiene una deformación congénita en ambos brazos que comunmente se llama Elefantiasis y que desde que nació, se manifestó haciendole crecer los brazos y las manos de manera desproporcionada. Tanto que ya le tuvieron que amputar un brazo. La mano que le queda pesa según él como "50 kilos", pero por lo que yo misma constaté, no pesa más de 6; tiene tacto y no le duele, no se puede operar por riesgo a que se desangre y su dedo pulgar es casi del mismo ancho que su flaca canilla y no lo puede doblar, por lo que no le sirve para nada más que para pedir.
En eso trabaja junto a su padrastro-managger el sr. Washington..
Me muestran su carnét. El hombre con la mano gigante tiene 30 años, se llama Ramón Vargas, se impresiona de otro loco que tiene la pierna con elefenatiasis y le tomé una foto.
me da una manito???????

1 comentario:

Rodrigo dijo...

Menos mal que no se dedicó a Coloproctólogo... O_o