Algo polémico....

¿Sabía ud. que en Santiago no exite una av. Bolivia, pero sí una av Argentina, la av. Perú, av. Brasil, etc?

primavera


Llega el calor de a poquito.
El chaleco ya no va puesto, si no que va en la mochila: para la vuelta.
La lana se cambia por la camiseta de panty y uno no se caga tanto de frio si sale en la noche. De hecho, los letreros happy hour de los bares capitalinos, comienzan a llenar sus terrazas...
Ctambien comienzan los primeros asados al aire libre y suenan pajaritos...
Los ciruelos, almendros y las flores llenan de colores el patio y el sol sale antes y se pone más tarde.
Comienzan las alergias, los resfríos y los gangozos. El fantasma del plátano oriental capitalino.
El vendedor ambulante cambia los chocolates invernales por los pañuelos desechables o helados a 100. Las sopaipillas de a poco comienzan a extinguirse y el olor a pipí del baño público hede cada día con más fuerza.
Aun así, es rico caminar a la hora en que se pone el sol.
Esa contaminación de la que todos reclamamos tiñe de un rosa intenso las nubes al atardecer...
Esos modernos edificios del centro con espejos que reflejan los otros edificios no modernos sin espejos con esas nubes de fondo.
La gente anda más contenta, se desabriga. La bufanda, la parka, el abrigo, el gorro y el guante, son tiempo pasado... tímidamente aparece una que otra chala y los hombres andan medios desesperados porque después de tanto frío y abrigo, comienzan a aparaecer las minis y los escotes femeninos.

La gente piensa en el amor.
Debe ser que que el 18 inicia con sus cuecas uno de los periodos de celos humano... o tal vez que en el cielo se ven más estrellas y menos nubes, y andamos pensando en ellas.

Pre pimavera.
¿No es la primavera incipiente una linda época?
me dan ganas de tener vacaciones....
¿por qué han de ser en enero? cuando no sé si hace más calor de arriba para abajo o de abajo para arriba, donde el pavimento arde, donde no existen las sombras, donde la gente anda aletargada y sin nada que hacer, donde desearía andar en pelota porque hasta la piel me da calor, donde el olor a pipí si que es hediondo...

Si yo tuviera vacaciones de primavera, de seguro descansaría y sería feliz...
Saldría a pasear por Santiago con chalas, me comería un helado sentada en un banco tratando de descubrir las banderas chilenas rezagadas en los edificios y luego, me pararía en Santa Rosa con la Alameda a la hora del atardecer....

consumismo

Mi mamá y mi hermana deliran por ir al mall...
aman ir al mall.
se derriten por las "ofertas"...
la palabra "Liquidación" las enloquece
y si es la "liquidación final", es peor...

Mi papá en cambio, va al persa
al Homecenter
llega con una cantidad de artefactos raros e inútiles que compró barato en estos antros de consumo masculino y que de seguro sólo invadirán el sagrado espacio de la bodega, pues si alguna utilidad tienen será al comienzo y luego se apilará con el cachureo al fondo del patio...

Yo por lo general odio el mall y los lugares donde hay aire acondicionado.
como que las "Ofertas" y "liquidaciones" de verdad me afixian, no me dejan respirar...
Además soy muy tacaña así que siempre que ando de compras, nunca compro nada...
Mi madre se sorprende: "comprate algo" me dice... "¿como es posible que andes vestida así?, no tienes ropa acaso????" y saca un sweter 2x1 horripilante con el que intenta seducirme para sentirse menos culpable cuando adquiera el segundo chaleco para ella....

A donde sí me gusta ir y compro, es a la feria.
Amo ir a la feria.
"tan llicas las paaaaaartas, las partas!!"
los colores, los olores, la gente...
un eterno camino de frutas y verduras con gente pintorezca donde soy una más que llena su carrito feliz de abastecerse...
pagando al tipo que sonríe sin dientes, con moneditas... escuchando piropos a las mujeres y la fruta...
es como estar de fiesta.
me encanta...
El súper tambien me gusta, pero no es tan festivo.
Aflora todo el animal recolector con ganas de abastecerse que hay dentro de mí.
Ir entre las estanterías llenas de delicias de variadas marcas y colores, elegir y circular con un carrito entre esos pasillos con una cursi musica de fondo, me pone tontamente feliz.
hay de todo... desde tomates hasta paños de cocina, comida de perro, escobillones, televisores y hasta restaurantes...
Y voy feliz echandole cosas al carrito, sacando cuentas.
Mi fantasía consumista llega al extremo hasta que llego a las cajas y de las 40 que hay, sólo están abiertas 3...
TRESSSSSSSSS!!!
Y eso me recuerda porque odio el comprar.
cuando llega la hora del dinero, la fiesta de convierte en un desastre.

tormento cuequero

Dicen que bailar un tango es como hacer el amor en 3 minutos..
Pues yo creo que la cueca es igual, pero en 2.
Con esto no quiero decir que el chileno sólo necesite dos minutos y listo, no señor, hablo de la intensidad.
La cueca es intensa. es borracha, es caliente.
Igual que el chileno.
En dos minutos una cueca bien cantá y bien bailá refleja toda la idiosincrácia del chileno: él, medio patuleco le pone weno y ella le coquetea muerta de la risa de las gracias que le hace su huaso... se arranca y él la perigue, viene la vuelta, el zapateo y que jué... un agarron por allí, una mirada por acá, un beso frustrado por la interrupción del pañuelo...
La cueca es the tipical chilean dance...
Se baila en parejas que se seducen contoneandose como aves multicolores que zapatean el piso con fuerza y gallardía, al ritmo de guitarras y tormentos...
Gestos, movimientos de pañuelo, levantadas de faldas y sobretodo miraditas y respiraciones otorgan a la cueca la sensualidad que el chileno medio tanto admira del centroamericano.
La cueca es como un dar y quitar, una sensacion de querer tocar y no hacerlo.
Los huasos son tontos, no se atreven, y si lo hacen, son medios brutos.
como serán de huasos brutos, que hasta les da vergüenza bailar cueca...

"tengo pe, tengo pena tengo rabia
tengo ga, tengo ganas de llorar... "



celular

No tenía lápiz y él me dictaba su mail.
Pésimo. Dónde chucha lo anoto...
Meto la mano a la cartera como esperando encontrar algo. Y efectivamente algo aparece.
Mi celular.
opción 5: funciones de voz. Grabar después del tono.
Y dicto, blabla bla blabla, con v corta...
Él me mira y se ríe.
Yo le cuento que siempre reniego de los teléfonos que tienen cámara, internet, mp3 y mierdas, que a mí me gustan los teléfonos y que ojalá suenen como teléfonos, no esos ringtones polifónicos que detesto...
Pero desde que descubrí que mi cel tiene grabadora, sólo quiero que tenga cámara de fotos.

Chinchinera

Me bajé del metro y enfilé hacia el este por Bilbao.
No era tarde, pero entre el Parque y Condell no había luz. Sólo los focos de los autos y algunas ventanas precavidas de los edificios, habían tímidas señales de vida.
La gente se guarda temprano ahora con esto del transantiago.
La gente se asusta de la calle.
Yo a veces también.
Ayer por ejemplo.
Esa oscuridad cobijaba 2 sombras sospechosas que caminaban justo en dirección mía.
Era presa fácil, pensé. Pero yo estaba armada.

"Voy a tocar", dije.
Y agarré firme mis varillas de mimbre sonó fuerte el pum ta tutucatum patutucatum del bombo en mi espalda.

"Chinchinera!!!!" me gritaron de un auto, mientras en las tímidas ventanas se asomaron tímidos mirones.
Me salió del alma el fox trot y comencé a bailar...
Nada mejor que llamar la atención para sentirme segura.
Nada mejor que bailar para dejar de temer.

Tour de Romanticismo

Me inserto de turista en las diversas bohemias de artistas santiaguinos, en la variopinta diversidad de colegas actores y sus diversos mundos.

Cuando me invitan a sus cumpleaños o reuniones me imagino asistiendo a las reuniones surrealistas, a las tertulias francesas, a la fiesta del Titanic, a la carpa de circo con gigantes incluídos, a antros bizarros... hay de todo.
Salvo Romanticismo.
No existen los románticos en Santiago, esos que se tomarían la Bastilla, esos que delirarían de amor, esos que darían su vida porque la sed se apagara de una vez por todas.
Y yo, cual George de Sand , vago solitaria entre la insignificancia y el orgullo por las calles santiaguinas, esperando encontrarme por accidente con Alfred de Musset, enredarme entre sus brazos y morir de amor, contarle entre las sábanas mis planes para cambiar el mundo, besarnos con esa sensación apasionada y aterradora de necesitar a alguien y sufrir porque sabes que hace daño... amores imposibles, incompletos, besos apasionados, escondidos, obligados, apretados, dolorosos...

Me rio. Es ridículo ser una romántica.
Viajo de turista en un Santiago donde el romanticismo es mi anhelo esquivo. Donde su gestación como urbe es muy romántica, pero sus heroes, muy poco heroicos.

Y sin buscarlo, entre la imaginada bohemia del mundo gay, me encontré a Lord Byron. A un Lord Byron deprimido que bebe y fuma con un pañuelo al cuello, que rie solitario con una copa de vino en la mano y escribe novleas por internet. En verso.

"Ese Cristo me perturba", dijo alguien.
"A mí me masturba", dijo él rimando.
Sorprendente.
Amable, melancólico, inteligente, sensual...
Anoche al despedirme, caí en sus brazos y no me hubiera movido de allí...
Cómo querer hacerlo si al caer llegué a una blanda cama gigante, tibia, dulce...
Dos segundos de placer y confort.
Dos segundos de un abrazo interminable entre dos solitarios desconocidos.
Dos solitarios hambrientos, románticos...
Lord Byron y George de Sand...

Me rio de nuevo. Y vuelvo a imaginar.
Nada más impensable que un Lord del siglo XIX con una pendeja loca con delirios ocasionales.