Mi teoría respecto a las fiebres de mayo es más que una simple teoría. Con un nuevo mayo concluído, la experiencia propia es casi una prueba irrefutable de que mi teoría es una realidad.
Mi hipótesis tiene que ver con la observación del ser humano, materia fundamental en el trabajo del actor, durante el mes de mayo; observando que el comportamiento sexual del hombre chileno promedio es considerablemente más concreta que en el resto de los meses; es decir, en mayo la gente anda caliente.
Todos andan medios cachondos. Ya sea buscando pareja o dándose duro en alguna época del mes.
Esta teoría no sólo fue observada, si no también comprobada empíricamente por mí y por una gran cantidad de amigos coincidentes que no sólo concuerdan y reconocen la teoría, sino también que la complementan.
Las fiebres de mayo asocian este mes con un periodo de celo del hombre que también coincide con varios celos animales. En la escuela la teoría fue complentada por un Angel con la idea de que la gente anda buscando una manera de pasar el frío, de prepararse para el invierno.
Y puta que hace frío en mayo!!!!
A mí este mayo me fue pésimo. Tanto así que me compré una estufa. Pero este fracaso sólo hizo que recordara con más nostalgia aquellos mayos en que hay una pierna peluda disponible y afiebrada para darle calor a este invierno.
Lo interesante de sobrevivir a las fiebres de mayo incólume, es que esta sensación de virginidad finaliza justo en un día simbólico: un 1 de junio nació una de las más afiebradas y febriles mujeres de la historia: Marilyn Monroe, sin duda hija emblemática de un febril mayo.
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