La Maria Margdalena Chilena


Vestidas de rojo, llenas de velas y amuletos para la suerte, las dos amigas se enchularon y se compraron un menú chino para hacer un picnic en medio de la Alameda el 31 de diciembre...
Este año tiene que ser el nuestro.
Y sentadas frente a la iglesia de San Francisco conversábamos sobre nuestras pintas: muy putonas o muy comunistas...

Terminado el coctel y la petición de deseos, enfilamos rumbo a la Moneda para encontrar nuestras mejores ubicaciones y poder disfrutar de los fuegos artificiales como Dios manda. Y entre tantas cabezas de colores, tanta gente en silla de playa y gente preparando la champaña, avistamos un trío de alemanes bien rubios que demarcaban nuestra ubicación preferencial...

"Van a creer que somos putas", pensamos. Pero nos dió lo mismo, porque las peruanas chacaloneras ya estaban haciendo de las suyas con esos rubios caucásicos y había que defender la patria.
Pero era muy dificil...
Entre que los alemanes no hablan, ni se mueven y se jactan de su "naturaleza" poco expresiva, Perú había ganado terreno con el único medianamente humano.
El idolatrado europeo estaba contento con este ejemplar autóctono que se abalanzaba a sus brazos y con suerte regalaba una que otra mirada de vez en cuando.
Perdimos la guerra, ganó Perú, tenemos pinta de putas...
Mejor es que nos vayamos....
Come on!!!, que aqui, cuando se trata de jotear, hasta la más india sabe hablar inglés.
Y en esto, aparece Magdalena.
La reina, María Magdalena....
-Para donde van chiquillas? estos alemanes tienen que conocer Chile!!!

Y los agarró en trencito, se los quitó a las peruanas, se agarró al más pavo de todos y mi amiga conservó al ejemplar humano...

No lo puedo creer, le dije... pero cómo???
Supervivencia, me dijo. Es cosa de supervivencia.


Era cierto.
Perú tuvo siempre ventaja. Eran un imperio. Pero llegaron los europeos y los aniquilaron a todos... mientras que los chilenos seguimos resistiendo...
Y así, mientras mi amiga se agarraba al alemán, toda la tribu chilena, esa terriblemente chilena que se instala en año nuevo bajo la torre Entel, gritaba con fuerza: CHILE, CHILE!!!
Las peruanas se alejaron.
Nosotras pronto nos fuimos.
El alemán tras de nosotras.... las de rojo, con pinta de putas, entrenadas por la mismísima Magdalena, a sobrevivir.

2 comentarios:

Quien dicta las clases? dijo...

jajajaj.....me siento plenamente identificada con el relato...es como si hubiera estado ahi..jijijiji...CHILE CHILE CHILE!!!

Tico dijo...

Que noche tan preciosa. Comenzar el año con una persona tan calida da pie para pensar que este año será maravilloso. Aprendí muchas cosas, y tú ni te enteras, me llenan, me hacen crecer. Sin quererlo lo provocaste, y de mis errores comprendí que me diste una lección que no olvidaré. Hay personas que quieren, otras que aman, y que se admiran. Fue todo tan torpe.... Pero tanto.