Bailemos?

No sé a ciencia cierta quién es Emma Goldman y discrepo con varios principios de la revolución feminista, porque básicamente malcrió a nuestros machos y nos obligó a parecernos a los hombres en vez de seguir considerándonos diosas, pero con esta frase se las mandó. La encontré en facebook hace unos días y no sólo interpretó con todas sus letras mi espíritu revolucionario, festivo y alegre, si no que también me lleva a comentar algo que se me ha evidenciado fuertemente este último tiempo y que me sorprende mucho de los chilenos como sociedad: no bailamos.
En varios carretes, malones y completadas bailables del último tiempo, la gente baila en grupitos que no se mira al bailar, sin complicidad, sin pasión, sin juego... Las minas con las minas y los minos miran y se hacen los guevones. Y si es que llega a haber algún intento de aproximación, es después de al menos 3 piscolas...
Galeano cuenta que el cuerpo dice de sí mismo que es una fiesta, mientras la iglesia lo mancilla con la culpa y la publicidad con el negocio. Yo lo creo. El cuerpo vibra y bailar, solos o en pareja, pegados o distantes como en la cueca, es una experiencia comunicacional importantísima y vital, porque el cuerpo no miente.
Y es en esa verdad donde la frase de Emma cobra todo su sentido: no hay revolución sin baile, porque el baile es sinónimo de verdad y libertad,  y la revolución es el comienzo del fin de las opresiones que nos hacen infelices.