a la playa......


Que ya vamos en Melipilla.
"Pásame dos lucas que ya viene el peaje"...
Hay que decidir si comprar pasteles o pasar a Pomaire a almorzar.
Vamos "justo en la mitad"...

Bata fué sin duda una de las primeras palabras que aprendí a leer.
Camino al litoral central, era sinónimo de vacaciones, de playa, de que ya faltaba poco para estar en el Tabo, ir al bosque, hacer tortillas de rescoldo, jugar en la arena y bañarme en el mar. Significa mucho más que una simple marca de zapatillas italianas made in china... Significa vacaciones familiares en el litoral, con las mismas micros chicas que van de San antonio a Algarrobo llenas como garrapatas, playas llenas de cochayuyos, vendedores de "maní, cuchuflí, baaaarquillo", panes amasados calentitos, reñidos partidos de taca taca y el festival de viña...

Bata es una sinopsis de todo eso.
Y lo es desde hace tanto tiempo, que Bata fue también una de las primeras palabras que mi mamá aprendió a leer.

Humanomente Hablando....

Sentada en esos asientos solitarios que tiene el metro en sus vagones, fue imposible disimular mi cara cuando en los asientos vecinos se sentó junto a su padre "el hombre con la mano gigante".

Además de tener un ojo blanco, el hombre con la mano gigante es uno de esos personajes ilustres de las calles santiaguinas dotado de una gran.... fama, al que todos hemos visto alguna vez (o evitado ver) y al que reconocemos con facilidad pues efectivamente tiene una gigantezca manota que instala violentamente en tu cara para pedirte una moneda cuando menos te lo esperas.
La reacción es inmediata: da COSA.... Y la moneda aparece lo más rápido posible para que esa mano gigante desaparezca y la anécdota del encuentro sea lo más breve posible...
No sé bien definir el estado de "dar cosa" , pero no encuentro otro mejor nombre para lo que provoca "el hombre con la mano gigante". Sin embargo, sentado a mi lado trataba de pasar inadvertido....
Un viaje en metro sería evidentemente más largo que una anécdota limosnera y como mi incapacidad de disimular es tan grande como su mano, opté por abrir mi bocota, vencer mi cosa y cumplir el secreto deseo de los pasajeros del frente:
Y que le pasó en la mano a usted, oiga!!!!!!!!!!, pregunté.
Chisssssssssss, me salió la manza conversa, de Tobalaba a Los Orientales...
A este hombre uno le da la mano y se agarra el codo!!!!!!!
jajajajaja!
Muerto de risa por las estupideces que le decía, el hombre de la mano gigante me contaba que tiene una deformación congénita en ambos brazos que comunmente se llama Elefantiasis y que desde que nació, se manifestó haciendole crecer los brazos y las manos de manera desproporcionada. Tanto que ya le tuvieron que amputar un brazo. La mano que le queda pesa según él como "50 kilos", pero por lo que yo misma constaté, no pesa más de 6; tiene tacto y no le duele, no se puede operar por riesgo a que se desangre y su dedo pulgar es casi del mismo ancho que su flaca canilla y no lo puede doblar, por lo que no le sirve para nada más que para pedir.
En eso trabaja junto a su padrastro-managger el sr. Washington..
Me muestran su carnét. El hombre con la mano gigante tiene 30 años, se llama Ramón Vargas, se impresiona de otro loco que tiene la pierna con elefenatiasis y le tomé una foto.
me da una manito???????

San Calentín


Se acerca un nuevo 14 de febrero feliz para los amantes y miserable para los solitarios de siempre...
Como mi run run se fué pal norte y este será otro año más sin cartas, flores, mensajes o chocolates, he decidido contarles la verdadera historia de San Valentín, aquella sanginaria y poco angelical velada romana pro fertilidad.

Resulta que en la antigüedad se consideraban malditos quienes no tenían hijos y para revertir la situación, los romanos acudían en masa los 15 de febrero a Lupercal, el lugar donde la loba habría amamantado a Rómulo y a Remo.
En una orgiástica celebración llamada "Lupercalia" sacrificaban animales y de sus cueros preparaban correas ensangrentadas con las que los sacerdotes perseguían a los malditos, con la idea de que entre más y más duros fueran los golpes que recibiera el infértil, se curaría más rápidamente de su maldición.
Pero el año 494 el papa Gelasio prohibió esta celebración pagana por sádica, inmoral, orgiástica, pecadora, etc, etc, etc... todas esas razones que argumenta la Iglesia para romper con las tradiciones... Pero como los romanos seguían tirando como locos en esa fecha, decidieron correrla un día y transformar a San Valentín en el mártir del amor...
Siglos antes, este sacerdote católico había sido ejecutado por casar a las parejas en secreto dignificando el "amor" con el santo sacramento del matrimonio.
Como esa visión del amor era mucho más agradable a los ojos de la Iglesia que las orgías sadomazoquistas de Lupercalia, la Iglesia decidió hacer coincidir los festejos valentinianos (que eran sólo un día antes), ponerle a EROS un par de alitas ñoñas y establecer el 14 de febrero como el día oficial del Amor... así podrían regalarse flores, chocolates y hacer el amor con la bendición de la Iglesia....
Por eso, solteros empedernidos, no extrañeis mensajes de amor un 14 de febrero.
Que los que tiran en este día, eran los malditos de la antigüedad.

El futuro de mí misma...


Y allí va la viejecilla:
pequeña, canosa, curcuncha... vestida de rojo con lunares. Paseando por el céntrico Santiago un día con más nubes que sol.
Tal como si un papel arrugado dibujara lo que proyecto en mi cabeza como "identidad" propia...

Salamanca encantada

A Salamanca las maletas!
Tierra de brujas, pero de brujas buenas...
Salamanca es un oasis perdido entre cerros llenos de quiscos, llenos de curvas, en medio de la nada de la cuarta región...
A cubrir el Entepola, Señor! a la única comuna de Chile que tiene wi fi en las calles...
David Musa, el organizador del Encuentro y oriundo de la zona, dijo sabiamante que "más que tierra de brujas, en Salamanca pasan cosas...."
Y es cierto.
Todo el mundo encontró algo.
El brasileño, una pata de conejo.
La periodista, su crema descontinuada.
El chileno, un amigo del Perú.
Y yo, una bruja.
Queríamos llegar al río y atiné a preguntarle a una señora de pelo blanco y liso que nos seguía silenciosa donde quedaba. Luego de un par de datos freak, como que ella no veía teatro desde la época de la Colonia, nos mandó a caminar pa' cualquier parte sin despegarse de nosotros. Se movía con un vaivén de bruja descaderada por tanto viaje en escoba y de pronto desapareció sin dejar rastro...
Estoy segura que era una bruja.
Y estoy segura que nos embrujó.
En 24 horas comencé a falar otra lengua y me encontré a un hombre bestia que al llegar el día se transformó en Ricky Martin...

Pasan cosas.