REGALITO

Llegué a mi casa y al abrir la puerta veo una alfombrita nueva en la entrada.
La maleta de mi madre está un poco más allá y pienso: Mala señal. Mi madre ha entrado nuevamente a mi casa a dejarme "un regalito" y yo no quiero más cosas en esta casa.

Ella lo sabe, pero algo más allá de su conciencia se empeña en darme cosas, en manifestar su enorme cariño con cosas, y así de sorpresa, sin considerar que esas cosas pueden eventualmente invadirme o  intervenir el espacio que habito o el modo en cómo lo habito de manera radical.

Al entrar en mi sagrado espacio vacío vi un sillón de dos cuerpos rosado y con puntitos instalado en medio de mi casa, tapando la puerta de mi closet, desordenando sin respeto lo que antes había ahí y un montón de lámparas viejas de estética "antiguedad-cachureo" que sin duda eran de alguna tía de esas que no son tías reales y que te regalan sus cachureos como haciéndote un favor, porque pese a que no saben qué chucha hacer con ellos, jamás los van a botar porque son, según ellas, "valiosos"...
Cajas y plásticos por doquier, y lo que antes era un espacio vacío de suelo donde podía acostarme y moverme según mi antojo, está ahora reducido a un espacio de 1 mt cuadrado tapizado con una nueva alfombra, a juego con la que estaba en la puerta...

QUE SIGNIFICA ESTO!!!!
Todo lleno de cosas que no necesito ni quiero invadiendo mi espacio vital.... de sorpresa.
¿Cómo decirle a mi mamá, que de seguro espera un gracias mamita linda, que esta sorpresa lejos de gustarme me hizo sentir como si un camión me atropellara?

Lo hemos hablado mil veces.
No necesito un sillón, no me incomoda sentarme en el suelo.
No necesito más cosas.
No quiero cosas...
No necesito nada...
Ya tengo mucha suerte y una madre increíble... para qué más cosas!!!