El desenmascaramiento (de Longueira).
Anoche vi en Tolerancia Cero una magistral puesta en escena del mundo político.
Matías de Río entrevistó en primer lugar, a Longueira, nuestro nuevo ministro de economía, y acto seguido, al historiador Jocelyn Holt.
El primero, cumplió con su rol comunicacional de manera impecable: se mostró como el hombre positivo de la UDI, presidenciable, tranquilo, con su política clara, diciendo cosas como “es que Ud Fernando no conoce el lado popular de las cosas”, defendiendo a su partido de los infames calificativos “demagógico” o “populista”, resolviendo cuestionamientos con el carisma de un político de profesión y asumiendo a la perfección el rol de ser el rostro del “segundo tiempo” de una nueva forma fracasada de gobernar.
Nuevamente el Mercurio miente.
El nuevo panzer no es Chadwik. Es Longeira.
Pero tras la tanda comercial, después de la salida victoriosa del timonel UDI, en su puesto se sienta otro intelectual de peinado raro: Jocelyn Holt, quién, respondiendo a la primera pregunta de Matías del Río sobre el movimiento social, no pudo evitar desenmascarar sin tapujos que la presencia de Longueira en el horario Prime no es más que la respuesta del Presidente, otrora dueño del canal, a los movimientos de los rotos que con sus protestas volvemos a tomarnos las grandes Alamedas.
No sólo convirtió la actuación de Longueira en una completa farsa, si no también desenmascaró el rol de los medios de comunicación en un gobierno de derecha, que utiliza la televisión como estrategia y que crea la sospecha por las verdaderas intenciones de Piñera: ¿una venganza a la UDI que no lo dejaba gobernar o la cara dura de Longuerira como muestra de seguridad ante el caos?.
Los hombres "tolerancia cero del país" lo escuchaban atentos, con miradas picaronas, sonrriendo porque el invitado tiene la libertad para decir lo que a ellos, por contrato, no les permiten decir con tanta libertad.
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