Rumores

Cuando llegué a la estación, las puertas del metro estaban cerradas.
La gente estaba aglutinada afuera sin saber qué pasaba ni cuando volvería a restablecerse el servicio.
Carabineros armados bajaban y subían las escaleras.
Nadie entendía nada.
Dos adolescentes con buzo llamaban por celular a su mamá contándole que el “Jaque” se había metido con un machete al metro y una pistola de juguete, que le había pegado a un guardia y que tenia la escoba, se había subido al metro y no sabían donde estaba.
Obviamente les metí conversa.
El jaque era un compañero de colegio de ellos, de quince años, que hace como un mes le diagnosticaron personalidad múltiple.
Hoy en la mañana le empezó a dar una crisis de pánico en el colegio y lo enviaron para la casa. En la casa no había nadie, y como a él le gustaban los milicos, tenia machetes y esas cosas. El decía que la pistola era de juguete. Ella, que no sabía, que el Jacke igual vivía en El Peñón…. Estaban preocupados por su amigo y los pacos no los pescaban cuando les decían que estaba enfermo, que cuando se le termina la crisis le viene la angustia y capaz que se tire al metro.
Esperé un rato a ver si reestablecían el servicio. Entre tomar la micro y esperar el metro igual iba a llegar tarde. Pero seguí la inercia de la gente y me tomé una micro hasta el Sótero, donde el metro estaba funcionando.
El episodio era el comidillo de la micro: un loco, un hombre andaba con un machete, esta la caga, un machetazo a un guardia, voy atrasado, balazos en metro, está la caga!, el metro cortado, llego en un rato.…
En la estación estaba la manza escoba. Dirección solo Tobalaba, la gente indignada bajaba las escaleras.
Al lado mío se sentó una mujer con su niñito de dos años.
Imposible no hablar del tema. Ella estaba en el andén cuando escuchó los balazos y siguió a los guardias que empezaron a evacuar a toda la gente.
Yo le conté del jaque mientras el caballero del frente abría unos ojos enormes en señal de atención.
La mujer me preguntaba como combinar a los Héroes y si yo creía que alcanzaba a llegar a las seis y media allí, porque necesitaba ser puntual.
Tienes una entrevista de trabajo? Le pregunté.
No, peor. Voy a pillar a mi pareja.
Al Ale una mujer lo está “trabajando” y se juntan allí desde hace dos meses.
Es una compañera de la U, más alta que yo, de pelo largo. Yo creo saber quien es, una vez lo fui a ver a la U y ella estaba allí.
Al Ale le da vergüenza que yo vaya a verlo. Claro po, si está con ella...
Voy a lo que Dios diga.
Quiero que me vea.
Si se quiere ir con otra que lo haga feliz, que se vaya. Pero no así, con brujería de por medio. Un caballero me dijo que le habían dado una pócima y que cuando hacen esas cosas los alejan de todo, lo quieren sólo para ellas. Y hace como dos meses que anda raro, que le duele la guata, que me hace la desconocida y que ni pesca al niño.
No se si tu crees en esas cosas pero a mi este caballero me lo confirmó.
El próximo año nos casamos y nos entregan la casa...

Conversamos hasta que la línea roja me dejo en mi estación.
El jacke se había pegado un balazo en el metro y había salido en las noticias.