Pensar que hoy, 20 años después, ad portas de otro plebiscito, el arcoiris es un signo gay….
A veces pienso que esa orden “los vamos a matar todos” sí se cumplió.
Hoy no hay un sólo politikerítico que hable como un verdadero líder. Que motive, que entusiasme, que contagie, que te invite a escucharlo y a seguirlo. Alguien a quién encontrarle razón, alguien con el que uno esté de acuerdo. Que me interprete, que me ilumine, que hable mi idioma. Alguien que no tenga miedo a decir lo que piensa y que sea escuchado con atensión. Alguien que cuando hable no haga el loco...
¿Quien le cree algo a alguno de ellos? Pero hablo de fe, de creerle a alguno, de seguirlo… A quién? A cual?
No hay ni uno.
No hay ni uno que no haga promesas (tendremos el poder). Pero quién habla de ideales, de lo que realmente significa el futuro de Chile? Quién construye junto a uno el Chile que todos queremos????
Hoy se vota por el mal menor, entre un corrupto conocido y un corrupto por conocer, entre un exitoso empresario ex integrante de la cia. y un resabio de político de los setenta, que parece un sol que no calienta a nadie.
Alguien que no parezca un producto. Al que no se le trate como si fuera una cosa, que no venga envuelto en un envase de coalición posmoderna (otorgándole a los partidos todo el valor estético y signico que ofrece en el arte de hoy el posmodernismo: lo feo, lo perverso, lo mezclado, lo podrido, lo raro, lo bizarro, lo incomprensible, lo tergiversado, lo arreglado, lo hermético, lo poco humano o tecnológico …)
El plebiscito del Si y el NO, era eso. Votar por una idea.
Hoy se elige entre alternativas, como si el prox. presidente fuera un premio y los candidatos productos entre los cuales uno tiene que elegir, como protagonistas de un reality llamado CHILE 2010!, donde tenemos rostros que salen en las portadas de “las últimas noticias” y toman bebidas dis-colas...
Tropa de adictos al poder.
Yo quiero votar por alguien pero entre los candidatos que uno elija, esa es la verdadera democrácia y cuando digo “uno” hablo muy egocéntricamente de lo que pluralizo como pueblo. ¿Pero a qué pueblo representan estos candidatos si los impone el sistema?
Eligir quién nos representa proponiendo nosotros los nombres y luego hacemos un plebiscito y acatamos a la mayoría: esa es la cracia del pueblo.
Yo no sé si mi círculo es siempre el mismo pero donde voy, escucho a gente decepcionada. O interesada. La decepcionada es esa que vota por el mal menor o porque no gane el otro. La interesada es a la que le “conviene” que salga este. Pero me cuesta ver a alguien motivado de verdad. A alguien que diga: weón, sí, vota por este.
Vamos a decir que no! Nos incluía.
Pensar que hoy si votamos por una idea, nos tenemos que anular.
Linda la weá.
1 comentario:
Yo creo que el tiempo de los grandes liderazgos terminó.
Ahora es el tiempo de los liderazgos locales, de lo que uno puede hacer en su barrio, de lo que uno se apropia como responsabilidad dentro del país.
Para algunos es la cultura, la salud, para otros sigue siendo la política y movilizar a los compañeros de colegio, de universidad; para otros como yo puede ser el emprendimiento y la educación.
Comparto tu vacío político en términos de la inexistencia de una representación concentrada en una figura que aglutine a un país; pero por suerte me sobran los líderes locales que me llenan ese espacio de una manera nueva, que yo creo que es el presente y el futuro.
Por eso voto nulo con alegría, porque el cambio nunca ha estado ahí, está en la gente.
Besurro!!
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