La ruta del pipí.

Si hay una costumbre chilena que aborrezco, es que los weones crean que cualquier poste, cualquier árbol, cualquier esquina puede ser un meadero, replicando la idea de que "todo es cancha" incluso para sus necesidades básicas.
Es una costumbre tan nefasta, que hay ciudades que huelen a meado, como Valparaíso, cuyo hedor a pipí está tan impregnado en sus calles, que yo no consigo disfrutar de la ciudad.
El problema radica en parte porque no existen los suficientes baños públicos, que como todo lo público en este país, también son pagados. Y otra, que en ninguna parte te prestan el baño, porque el comercio tiene esa máxima de "baño exclusivo para clientes" que no es más que otra faceta poco empática del descarnado capitalismo, que convierte en mercancía hasta tus ganas de mear.
Y si es que pagas, nunca sabes qué tipo de baño te puedes encontrar. Si no, pregúntenle a Bill Clinton. Y jamás de los jamases, ni en hospitales o colegios si quiera, en los baños de mujeres hay confort. Jamás.

Frente a mi casa hay un poste donde habitualmente veo weones meando. Creen que pasan piola, pero de vez en cuando voy de la pieza a la cocina y al mirar por la ventana veo un manguaco "regando las plantitas" de la vereda del frente. Así nos enseñan. A regar las plantitas.
Y lo peor, es cuando veo a padres enseñándole a los hijos a repetir esa conducta, normalizando la idea de mear cualquier parte como si no existieran hábitos de higiene o no molestara a nadie.
Es cierto, pocos han de ser los que no han hecho nunca pipí en la calle. Pero una cosa es una urgencia y otra, es cuando esa conducta se transforma en un hábito. En un mal hábito. En una costumbre hedionda, que deja ríos de pipí, ensucia y empobrece a la ciudad del mismo modo que nos empobrece como comunidad.
Yo soy terriblemente meona. Tengo de esas vejigas a las que le dan ganas y es ahora ya. Por eso en mis periplos por Santiago centro armé, sin pretenderlo, una ruta de lugares públicos que tienen baños limpios y gratuitos para poder usarlos si me inundan las ganas. Lugares donde puedes llevar a tus hijos en caso de emergencia y donde sólo basta entrar con personalidad, como si conocieras el lugar, y preguntar donde está el baño: universidades, museos, centros culturales y otros que no clientelizan a sus usuarios ni lucran con nuestra vejiga. Te las paso, en la que he llamado "La ruta del pipí":

Sector Plaza Italia: Centro Arte Alameda, Casa Central UC, GAM, Telefónica
Bellas Artes: Museo Bellas Artes, MAC
Paseo Ahumada: Casa central U Chile
Plaza de Armas: Mall del centro, escuela de teatro U Chile, espacio M




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