El Rey de la Araucanía



Monarquía sin igual Se formó en la Araucanía Cuando corrían los días De Don Orelié Antoine. Pa’ muchos un charlatán, Un loco endemoniado, Que vino a inventar reinado Para defender mapuches. Si no me cree, escuche Este cuento del pasado. En el siglo diecinueve Más al sur del Biobío Llegó un coronel sombrío A hacer lo que no se debe. Un genocidio promueve Este Cornelio Saavedra, Quién comandará la guerra De Arauco en los tiempos tristes, Con nuevas armas en ristre Pa’ ganarse aquellas tierras. Le llaman “Guerra ofensiva” Más violenta y más brutal. Pal Mapuche fue un gran mal Que cobró miles de vidas: Les robaban la comida, Les quemaban sus enceres Violaron a sus mujeres Destruyeron su cultura E instalaron la basura De sus fácticos poderes. “Si nos ganan con sus lanzas Les ganaremos sus vientres” Y armados hasta los dientes Con todo poblado arrasan. Así es como desplazan Más al sur esa frontera Y pa que nadie se sintiera Con aquella instrucción Llamó “Pacificación” A esta guerra lisonjera. Más de Francia un abogado Que entre Mapuches vivió Gran defensa lideró Proclamando su “reinado”. Fue a si mismo coronado Gran Rey de la Araucanía, Y le dio soberanía Al pueblo de Quilapán Con carta fundamental Que Patagonia incluía. “Libertad e independencia” Fue el lema de su reino Y en su capital Perquenco Instaló jurisprudencia. Lo acusaron de demencia, Pero Francia lo ayudó. Encarcelado cayó Y perdió todo su pelo Antes de emprender el vuelo Que el exilio consiguió.


Julio 2014.-

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