Apágate Santiago, y mira el cielo
un enorme farol blanco te ilumina,
recortando entre las sombras el anhelo
de una oculta cordillera de altas cimas.
Silénciate Santiago, calla un instante
apaga tus motores y bocinas
escucha ese silencio palpitante
de la noche cuando duerme la rutina.
Gobiérnate Santiago, y hazte cargo
de tu ritmo y tu violencia repentina
Despiértate Santiago del letargo
que mata hombres con balas asesinas.
(Un homenaje a JP Jimenez, sindicalista muerto "por una bala loca")
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